Facebook, la moderna portería universal


Confieso que no me gustan las redes sociales, ninguna, ni mostrar mis vergüenzas en público. Uno tiene ya una edad, y creo firmemente que habría que prohibir la exhibición de fotos que no produzcan morbo. Curiosamente las señoras que más enseñan suelen ser las que más tendrían que taparse… He dejado de frecuentar la playa pues muchas mujeres me producen el efecto contrario del que desearía.

Bromas aparte, lo que realmente me sorprende es el analfabetismo informático que reina en España, y me temo que en todo el mundo. La gente se cree que con poder buscar algo en internet, ya saben, ignorando que el conocimiento lo da el estudio, el trabajo, el esfuerzo, no darle a una tecla.

Tampoco son capaces de discriminar entre las informaciones correctas y las falsas, pues vivimos en la sociedad del exceso de información…, pero de una falta de conocimientos cada vez mayor. Hay mucha información, hasta aburrir, pero muy poco conocimiento de la realidad de las cosas.

Hemos sustituido el cotilleo con la portera o el portero, que los había más alcahuetes que las señoras, por Facebook, y otras redes sociales. Cualquier mindundi puede “investigar” la vida de sus parientes, amigos, vecinos y conocidos, a través de esta empresa. Y muchas personas dan todo tipo de facilidades: a algunos ya sólo les falta escribir las veces que hacen el amor, o con quien.

Auténticas imbecilidades, de dónde he ido a comer, o dónde he tomado algo, o que pienso de una noticia o información, etc., en resumen, un auténtico cotilleo de portería, de patio de vecinos, elevado a la categoría de universal.

Con todo lo dicho, resulta vacuo decir que no tengo, ni nunca tendré, Facebook.

Publicado en Decisión Económica (18/09/2015), Catalunyapress (19/09/2015) y Sierra Norte Digital (21/09/2015)

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  1. Antonio |