Presentación del nuevo libro Justicia Injusta en Decisión Económica


Ramiro Grau Morancho, el abogado y columnista de Decisión Económica, ha presentado su último libro, Justicia Injusta, con el que pretende hacer su «modesta contribución a esa obligación moral que pienso tenemos todas las personas bien nacidas de mejorar la justicia española en particular y la sociedad en la que nos ha tocado vivir en general».

El estado de la justicia es malo y además no es independiente

En opinión de Ramiro Grau Morancho, el estado de la administracion de justicia en España es «malo, por numerosas razones» aunque destaca especialmente dos: «el gran retraso en la resolución de la mayoría de los pleitos, que hacen que cuándo el asunto llega a puerto, al justiciable ya casi le da lo mismo. Y en segundo lugar, pero no menos importante, la total politización de la Justicia, que empieza con la ‘contaminación’ política del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y se traslada en cadena y en cascada a todo el sistema…». Para el letrado aragonés, «el juez que quiera ser independiente, y los hay, sabe claramente que no hará una gran carrera judicial, pues los ascensos se producen cuándo tienes ‘apoyos’ en el Consejo, o en el caso de la fiscalía, en la fiscalía general y en el ministerio de justicia. En otras palabras, no se asciende en virtud de los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, sino en función de otros méritos».

Hay que unificar la administración de la justicia en España

No obstante, Ramiro Grau Morancho considera que es posible mejorar la administración de justicia en nuestro país mediante la «unificación de la administración de la justicia». Bajo su punto de vista, se trata de «una ‘empresa’ dónde los jueces dependen del CGPJ, los fiscales del ministerio de husticia, los secretarios judiciales, mitad del ministerio y mitad de las comunidades autónomas; los funcionarios de las autonomías correspondientes… En resumen, cada cuerpo o estamento depende de unos jefes distintos, y es imposible que una organización funcione bien cuándo no hay una sola jefatura, con unas directrices claras». En ese sentido, el autor de Justicia Injusta señala que «la tradicional falta de medios personales y materiales, que creo cada día es menor. Lo que hay son muchos incumplimientos de horarios, e incluso de jornadas de trabajo, semanas caribeñas de cuatro días, dónde determinadas autoridades ni están ni se las espera por el juzgado, tribunal o fiscalía los viernes, por ejemplo, etc. Y funcionarios que fichan y a continuación se van a la cafetería más cercana, a desayunar, consumiendo así la primera media hora de actividad laboral…». El tema de los idiomas «es también kafkiano» para Ramiro Grau Morancho: «Que un juzgado de Barcelona envíe un exhorto a Zaragoza en catalán, y aquí haya que contratar a un traductor para que lo vierta al castellano, cuando la Constitución establece claramente en su artículo 3 que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla, realmente es de juzgado de guardia… Supone un derroche de medios en auténticas chorradas y una gran pérdida de tiempo, pues cualquier traducción demora meses la resolución de un asunto». Sin embargo, el letrado aragonés considera que es «moderadamente optimista: creo que estamos mal, pero vamos a peor».

No hay justicia en España debido a excesivas interferencias, intereses, etc.

Preguntado por Decisión Económica sobre si existe justicia en España, Ramiro Grau Morancho considera que «honradamente creo que no» y explica que «hay excesivas interferencias, demasiados intereses, una fiscalía que está más al servicio del Gobierno que otra cosa, y me refiero a su cúpula, no a los fiscales de a pie…». El abogado señala que «los poderes económicos tienen a su servicio a los mejores abogados, o por lo menos a los más caros, y estos muchas veces retuercen la ley a su antojo, y acaban agotando, a base de pleitos y recursos, al justiciable, que normalmente carece de recursos suficientes como para embarcarse en grandes pleitos». En este sentido, Grau Morancho recuerda que «tenemos, por ejemplo, al señor Ruiz Mateos, que en paz descanse, del que no me consta que el Estado español le haya resarcido con un solo euro por la expropiación de centenares de empresas, y ello a pesar del artículo 33, 3, de la constitución vigente. Pero eso sí, se ha arruinado, él y su familia, emprendiendo centenares de pleitos contra el Gobierno, que se ha defendido por medio de los Abogados del Estado, cuyos salarios ha pagado la propia familia Ruiz-Mateos, con sus impuestos…».

Publicado en Decisión Económica (22/09/2015)

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  1. pedro |