Cómo reduce el paro el PP


El PP nos está vendiendo la moto de que España va bien, y no les falta razón. Para ellos en particular, y para la casta política en general, va de maravilla. Si uno es diputado o senador, y con solo siete años en el cargo tiene derecho a la pensión máxima de la seguridad social, esa para la que a un cotizante normal y corriente se le exigen 42 años de cotización, creo recordar, es obvio que lo ve todo muy bien.

Con derecho a cobrar un tiempo más después de cesar, faltaría más, que no nos vamos a trabajar al día siguiente, después de tantos años sin pegar golpe…

O los altos cargos, ministros, secretarios de estado, directores generales, etc., que tienen “derecho” (auto concedido por ellos mismos, faltaría más), a cobrar dos años más una pensión transitoria del 80% de las retribuciones anteriormente percibidas. Una especie de desempleo de lujo, pues estamos hablando de retribuciones de entre 5.000 y 10.000 euros mensuales, por término medio.

Y con la consolidación en su nómina como funcionarios, caso de que lo fueren (que lo son casi todos) del complemento especial de alto cargo, que en muchos casos puede suponer una cuantía superior a las retribuciones básicas.

En definitiva, que están encantados con la situación, y lo único que quieren es seguir aferrados al poder, como las lapas a las rocas.

Ahora bien, ¿cómo actúa el PP con los parados de larga duración, y de edades próximas a la jubilación, por ejemplo…?

Pues de varias formas, a cual más miserable, rastrera y mezquina:

– Hace varios años redujo la cotización del INEM a la Seguridad Social por los parados de larga duración del 125% del salario mínimo interprofesional al 100%, con lo cual les esperan unas pensiones de mierda.
– No solo eso, sino que se amplió la edad para percibir el subsidio especial para mayores de 52 años a los 55 años, de forma que se dejó “tirados en la basura” a un numeroso colectivo de personas entre los 52 y los 55 años, que como consecuencia de la crisis económica, el hundimiento de la construcción, etc., estaban, literalmente, en la puta calle.
– Y no hablamos de la posibilidad de firmar un “convenio especial con la seguridad social”, para poder mejorar un poco sus magras pensiones futuras, pues las cuotas cada vez son más elevadas, y conozco a muchísimas personas que han tenido que darse de baja, ante la imposibilidad de poder pagarlo, obviamente con sus ahorros pecuniarios.
– En efecto, ¿Quién puede mantener a una familia con 426 euros mensuales, cuantía que permanece fija y estable desde hace ocho o diez años, por lo menos…?
– Me gustaría que todos nuestros politicastros cobraran ese salario durante un año, por ejemplo, a ver cómo les iba.
– No contentos con ello, a ese colectivo, posiblemente de un millón de personas, o incluso más (desconozco los datos concretos), se le exige anualmente la presentación de una declaración de rentas ante el INEM, y pueden darse por jodidos como tengan la suerte de heredar algo, hayan vendido alguna propiedad inmobiliaria (en ocasiones simplemente para poder subsistir con un mínimo de decoro y dignidad), o puedan trabajar en algo, temporalmente, muchas veces como falsos autónomos, o pidiéndoles la presentación de facturas por los trabajos realizados para poder cobrar, o haciéndoles falsas ofertas de colocación…
– En todos estos casos, las funcionarias del INEM, la mayoría contratadas por riguroso enchufe, pues el INEM tiene una de la plantillas más inestables de la administración pública española, empezaran a gritar al “infractor”, diciendo que van a dar cuenta a la Inspección de Trabajo e su actuación…, y el pobre hombre se queda parapléjico, pues no sabe que horrible infracción ha cometido, que le asimila a un Bárcenas cualquiera…
– Puesta en marcha la maquinaria de la Inspección, por medio de los subinspectores de empleo y seguridad social, cuerpo creado para luchar contra el fraude de las empresas y en la contratación temporal, (pero que prefieren estar en sus despachos con teléfono, internet, aire acondicionado y calefacción a chorro, que trabajando de verdad, visitando a las empresas, etc.), empiezan a exigirles la presentación de numerosos documentos, con datos que ellos ya tienen de sobras y, finalmente, les extinguen el derecho a la prestación, dejándoles en la puta calle.
– Y puede darse por contento si no le exigen también la devolución de varios años del subsidio recibido, que hay que ahorrar, para poder mantener al medio millón de políticos profesionalizados que tenemos en España, y a los tres millones y medio de empleados públicos, más o menos la mitad “ingresados” por riguroso enchufe, parentescos, conmilitones de los partidos políticos en el poder, etc.
– Posteriormente se recurre al INEM, que obviamente es juez y parte, y que siempre se da la razón a sí mismo, no sin concederse un plazo de medio año para resolver el recurso correspondiente… (Mucha informática, pero cuando se trata de fastidiar a los parados, necesitamos medio año para resolver un simple recurso).
– Posteriormente nuevo recurso al propio INEM, evidentemente también destinado al fracaso (muchas veces ni se molestan en contestar), y luego vete al Juzgado de lo Social, y que Dios te ampare, hermano. ¡Con un poco de suerte, igual dentro de un año, o dos, te darán la razón, y si no, pues te jodes, que es tu problema, y no el nuestro! Haberte hecho funcionario, so mamón.

Además, estas personas tienen vedado el acceso durante un año al programa de renta activa de inserción, puesto en marcha por el gobierno, para ayudar a los parados que hayan dejado de percibir prestaciones, para que puedan subsistir, mientras haya un excesivo porcentaje de parados (es decir, siempre). Se les considera poco menos que delincuentes, y apestados sociales, y por lo tanto se les niega esta mínima prestación alternativa, faltaría más…

(Aprovecho para explicar que este programa se creó por las presiones de los partidos de la oposición y, sobre todo, de los sindicatos, no a iniciativa propia del PP, que estos lo máximo que hacen es darle algo a un pobre a la salida de la Misa de doce el Domingo, y siempre que lo vean muchas personas, que si no, ni eso…).

Así se escribe la historia actualmente en España por el PP, en relación con estos colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad.

Esta es la “política social” del partido en el poder, y el que les quiera seguir votando, pues es su problema, pero no el mío.

Y estamos hablando de personas con unas carreras de cotización de treinta y tantos años, a las que únicamente les falta el requisito de la edad para poder jubilarse, con toda dignidad.

Ahora bien, no preocuparse. Si es usted un extranjero que acaba de llegar en la última patera, no hay problema alguno. Acuda a los trabajadores sociales, y rápidamente le daremos una prestación social, en ocasiones muy superior al subsidio por desempleo, comida gratis en el Banco de Alimentos y Cáritas, ayudas sociales de urgencia en los Ayuntamientos, ropa gratuita en los roperos parroquiales, alojamientos públicos o dinero para poder pagar el alquiler de un piso (que en muchos casos acabarán destrozando), etc. Y, por supuesto, su tarjeta de asistencia sanitaria de la seguridad social, faltaría más. ¡Que la seguridad social es gratis para ustedes, no para los españoles que llevamos todavía la vida cotizando, la segunda cotización más cara del mundo).

Usted es un español de primera, no como estos mierdas de españoles de origen, que no tienen Derecho a nada…

Publicado en Alerta Digital (18/07/2017), Heraldo Sanitario de Oregón (19/07/2017) y Sierra Norte Digital (21/07/2017)

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