Las Administraciones Públicas maltratan a nuestros ancianos
Mi suegra tiene 84 años, y es viuda. A Dios gracias, se vale para ella, y vive sola. No obstante, y como es lógico, estamos muy pendientes y le ayudamos en todo lo que podemos, sobre todo cuando se trata de hacer gestiones en organismos oficiales, empresas de suministros, etc.
En los últimos tiempos, conforme se va “bolivarizando” España, las administraciones públicas ofrecen tarifas reducidas por determinados suministros, o subvenciones por la instalación de ascensores en casas donde no hay, por ejemplo.
Asimismo la empresa de autobuses urbanos de Zaragoza, y supongo que las de toda España, o la Telefónica, la compañía del gas, de electricidad (ese robo mensual a millones de españoles), etc., permiten acogerse a reducciones de cuotas…, previa presentación de una ingente cantidad de documentos, que hay que ir a pedir a Hacienda, a la Seguridad Social, al Ayuntamiento, etc.
Organismos todos ellos que ahora “ya pasan” de atender a los ciudadanos dentro del horario de apertura al público, que suele ser de lunes a viernes, de 9 de la mañana a las 14 horas, por término medio… De forma que cuándo acudes allí, ves a unos indolentes empleados cotilleando, viendo chorradas por internet o pasando de todo que te dicen que como no has pedido hora ¡por internet!, pues que no te pueden atender.
¿Cómo va a pedir hora por Internet una señora de 84 años, con escasos estudios primarios, y que ni siquiera sabía manejar un móvil de los antiguos que en su día le facilitamos, para que pudiera llevarlo en el bolso y tenerla siempre localizada…?
Situación que, mucho me temo, se repite en cientos de miles de familias españolas, posiblemente en millones.
Comprendo que los tres millones y medio de empleados públicos de los que nos “hemos dotado”, más el medio millón de políticos profesionalizados, tienen que justificar sus sueldos, y hacer ver que hacen algo…, aunque solo sea tocar los cojones a los que les pagan el sueldo.
¿No sería preferible, para simplificar todos esos trámites, atender directamente a los ciudadanos y contribuyentes que, repito, somos los que les pagamos el sueldo, y hacernos firmar una autorización para poder acceder a nuestros datos catastrales, fiscales, de seguridad social, de renta, de patrimonio…, y no “obligar” a personas de 80 o 90 años a ir de aquí para allá, como almas en pena, con un gran esfuerzo físico y personal, de cuerpos ya mermados por la vida, la crianza de los hijos, el trabajo, las enfermedades, etc…?
¿Tan difícil es tener un poco de humanidad con los demás?
Publicado en Alerta Nacional, El Librepensador, El Correo de Madrid, Alerta Digital y Catalunyapress (27/09/2018), Heraldo Sanitario de Oregón (28/09/2018) y La Tribuna de España y La Tribuna de Cartagena (01/10/2018)
Son todo trabas y obstáculos, realmente criminales, que se ponen a nuestros mayores, para evitar que puedan beneficiarse de unas reducciones de gastos, tan necesarias para millones de ellos, que cobran unas pensiones realmente miserables.
Mientras tanto, LA CASTUZA POLÍTICA, entre la que está incluidos los SEÑORITOS DE PODEMOS, siguen cobrando unos salarios realmente escandalosos, a cambio de nada…
Bueno, sí, DE CREAR PROBLEMAS DÓNDE NO LOS HAY.
Con mis padres, también octogenarios, nos ha pasado lo mismo.
Para conseguir pagar un poco menos del teléfono fijo, de electricidad y de calefacción, hemos tenido que perder varias mañanas, dando vueltas por ahí, cogiendo taxis, cogiendo taxis, pues casi no pueden andar, y pidiendo interminables listas de documentos, con lo cual, lo comido por lo servido…
Encima, ENDESA, por ejemplo, dónde tienen contratada la luz y el gas, exige que presentes toda la documentación para la rebaja en cada uno de los servicios, cuándo es la misma empresa, Y ES TOTALMENTE ILÓGICO Y ABSURDO.
¡Se trata de hacer la vida imposible a los supuestos beneficiarios, para que acaben tirando la toalla, y no pidan estos descuentos a que tienen derecho!
Claro que la culpa no es de las empresas, SINO DEL GOBIERNO QUE PERMITE QUE SE CACHONDEEN DE NOSOTROS…
Convivencia, se llama convivencia lo que Ud. señala. Algo que están tratando de destruir en este nuestro país desde hace décadas. De forma interesada y abyecta, supongo.
Y eso cuando las compañias que Ud. menciona y otras muchas de telecomunicaciones, entre otras, se dedican a engañar a los pobres ancianos , vía ofertas maravillosas, a través de subcontratas para, del disgusto, intentar rematarlos.
Por cierto esas administraciones podían obligar a las poderosas empresas de alimentación a etiquetar en un tamaño de letra más grande. Porque ni con gafas se pueden leer las caducidades y composiciones de muchos de los alimentos que nos ofrecen.
Da gusto leerle, como siempre. Un saludo cordial
Así es. Hoy en día SE MALTRATA a las personas mayores, haciéndoles «ver» que no valen nada, cuándo ellos son los que han conseguido el menguante estado de bienestar del que disfrutamos nosotros…
Esos padres y abuelos que han pagado nuestros estudios, se han sacrificado por nosotros, han sufrido -en el caso de los ancianos-, una vergonzoso guerra civil, de casi 3 años de duración, con cientos de miles de asesinatos, por ambos bandos, MERECEN NUESTRO RESPETO, AFECTO Y CONSIDERACIÓN.
Tienen DERECHO a que se les faciliten las cosas, no a que se les engañe constantemente, tanto por parte de las compañías telefónicas como de electricidad y gas, una buena parte de los ADMINISTRADORES DE FINCAS, que son de cuidado, de mucho cuidado, etc.
España y sus administraciones es de traca, aqui las facilidades son siempre para los de fuera, no para los de casa, que a éstos hay que ponerles todas las trabas posibles
Además, dejar en manos de los acreedores, las compañías eléctricas y del gas, decir quien puede beneficiarse de sus tarifas reducidas, y quien no, ES UNA BARBARIDAD, pues supone dejar en manos del acreedor la existencia o no de la deuda, etc.
Obviamente, y como ellos son los primeros beneficiarios del sistema, se dedican a poner toda clase de obstáculos a los posibles beneficiarios…
ES UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA NACIONAL.