Pedro Sánchez es un peligroso psicópata


Una nación con más de cinco siglos de historia, y 47 millones de personas, no puede estar al albur de un individuo que confunde la realidad con sus paranoias, que no tiene ni idea de economía, a pesar de ser un falso doctor en economía, que publica un libro que le escribe un negro, en este caso una mujer blanca, Irene Lozano, a la que nombra secretaria de estado, para “pagarle” el favor, etc.

En cualquier país normal, esas actuaciones, y otras más que me reservo, para no aburrirles, descalificarían a cualquier persona normal para ocupar cargos públicos, pero aquí tenemos a ese sujeto ocupando la presidencia del gobierno, nada menos…

No soy médico, psiquiatra ni psicólogo, por lo que solo puedo escribir como un hombre normal, de la calle, que habla con todo el mundo, y escucha mucho, pero en mi opinión, Pedro Sánchez es un psicópata, y un psicópata peligroso, que no sólo puede hacer daño a su familia o seres queridos, sino que nos está jodiendo a los 47 millones de personas que vivimos en esta vieja piel de toro.

Un individuo que con tal de continuar unos años más, o previsiblemente, sólo unos meses, no le importa ceder ante todo y ante todos, terroristas incluidos, separatistas vascos y catalanes, agravar una pandemia de gravísimas consecuencias con su inacción y pasotismo, etc.

Un sujeto que es rehén del comunismo más rancio que subsiste en Europa, aquí representado por Unidas Podemos, ese partido o partida que tanto ha contribuido a la propagación del coronavirus en nuestra sociedad, que parece hecho a propósito. (Yo le llamo comunistavirus, pues eso es lo que es).

Y con estos mimbres, un intervencionismo total y absoluto de la actividad económica, del mundo de la empresa, de las relaciones laborales, etc., (ya solo les falta regular las relaciones sexuales, los días y horas, las diversas “modalidades”, etc., pero todo se andará), está dirigiendo España hacia el desastre más absoluto, el hundimiento de la actividad laboral, y en definitiva, la quiebra del Estado.

¿Cuántos meses tardaremos en tener que pedir ayuda a la Unión Europea, ante la imposibilidad de atender nuestras obligaciones económicas…?

No creo que podamos resistir así hasta fin de año.

El diccionario de la lengua española, que no castellana, define la psicopatía como una “Enfermedad mental”, en su acepción primera, y explica que la psicopatía es una “Anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, se halla patológicamente alterada la conducta social del individuo que la padece” (acepción segunda).

Hablando claramente: ¿ustedes creen, de verdad que este tipo está bien de la azotea…?

Yo, no.

Todos conocemos a personas con problemas psiquiátricos, que no están bien de la cabeza, que tienen delirios, paranoias, trastornos bipolares, etc…

Tengo varios amigos y conocidos en esa situación, y procuro apoyarles en lo que puedo, hablo con ellos, les animo cuando están hundidos, e intento que se sientan normales e integrados en la sociedad.

Pero no son personas peligrosas, pues solo pueden hacer daño, en su caso, a las personas que viven o conviven con ellos, a sus compañeros de trabajo (la mayoría están sin trabajo, precisamente por esos problemas mentales, inadaptación al medio, problemas de conducta y relaciones sociales, etc.), pero claro, una cosa son esas personas, normales y corrientes, y otra bien distinta ser el Presidente del Gobierno de España, nada menos…

Publicado en PaNam Post (08/06/2020), Alerta Digital (09/06/2020), El Diestro, Elcriterio.es y Heraldo de Oregón (10/06/2020) y El Correo de España y El Español Digital (11/06/2020)

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