Prometer, hasta meter. Y luego, si te he visto, no me acuerdo


Se aproximan dos semanas de infarto, en las que los partidos y las partidas nos van a prometer el  oro y el  moro.

Desde el candidato al  Ayuntamiento de la Villa y Corte que promete 131 playas para los vecinos de Madrid, para que puedan refrescarse el próximo verano (de Podemos tenía que ser), haciendo así buena la frase de que “En Madrid hay playa”, hasta los candidatos rurales que prometen puentes para pasar el rio, sólo que no hay rio en el pueblo, pero eso no  amilana al  candidato que también promete traer el río. ¡Faltaría más!

No sé si apagar totalmente las telebasuras en mi casa biblioteca, y dedicarme íntegramente a leer y escribir, pues si tienes un libro tienes un buen amigo, que nunca te abandona.

Y, por supuesto, dejar de oír la radio, pues todas las cadenas tienen su “Amo”, a la cual sirven cual fámulos…

Desde Esradio, entregada al amor de Ayuso, hasta la Cope, rendida al PP, o la Ser, siempre al servicio de sus amos, de la PSOE.

O El Putrefacto, ese diario del mismo acrónimo. que despide un olor nauseabundo, como la cloaca que es de la cochinera socialista.

Los diarios de papel hace ya años que solo los utilizo como sustitutos del papel higiénico cuando falta en casa, o para limpiar los cristales, etc.

En otras palabras, que los españoles estamos cada vez más solos, y peor informados, pues hoy lo que hoy  abunda, y hasta sobra, es la desinformación y las intoxicaciones informativas.

La mayoría de la población carece de criterio propio, pues el exceso de información nubla los sentidos, sobre todo cuando uno carece de formación, que le permita asimilar debidamente las noticias, distinguiendo entre lo importante y lo accesorio.

En España nunca había habido tanta información, y, al tiempo, tan poca formación.

El español medio no distingue las voces de los ecos, y es incapaz de entender el sentido de algunas “noticias”, y los intereses políticos que hay detrás.

Así tenemos, por ejemplo, la campaña contra el rey don Juan Carlos I, que no es santo de mi devoción, pero que es un ataque a la monarquía en su conjunto, con la idea de celebrar un referéndum nacional que transforme a España en una república, y nombre presidente vitalicio al  sin par –menos mal- Pedro Sánchez.

¿Y quién será el primer ministro…?

Pues Yolanda Díaz, faltaría más.

Como dice la mujer pegada a una nariz, una nariz superlativa, y más fea que Picio, a pesar de los modelitos que estrena, por la mañana y por la tarde: “hacemos cosas chulísimas”.

Pues eso.

Por cierto, ¿quién paga esos modelitos…?

Supongo que usted y yo, faltaría más.

Por eso llevo años sin comprar un traje nuevo. Tenemos que vestir a Yolanda, y para todo no alcanza.

En fin, como dicen en mi pueblo, con evidentes connotaciones sexuales: prometer, hasta meter, y luego, si te he visto, no me acuerdo.

Obviamente, el voto en la urna, no sean ustedes mal pensados, que en Laguarres, Altoaragón, somos muy brutos…

Nos vemos el  día 29 de mayo, Dios mediante, y a ver si le damos a esta gentuza la bofetada que se merecen, salvo que Indra lo impida, que no me extrañaría nada.

Publicado en ÑTV España y Tradición Viva (02/05/2023), Periodista Digital y El Criterio (03/05/2023) y Heraldo de Oregón (04/05/2023)

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  1. Pilar |