La gran traición del PSOE y de Pedro Sánchez


Que Pedro Sánchez es un traidor, creo que está fuera de toda duda razonable…

El mismo día que prometía fidelidad y respeto a la Princesa heredera, como futura Jefa de Estado, cuando Dios quiera, pergeñaba con sus secuaces un golpe de estado contra la Constitución, el  Estado de Derecho y el Poder Judicial, ese poder judicial que encarna la separación de poderes, y la supremacía de la ley.

El cinismo, la hipocresía y el retorcimiento del tipejo, realmente, repugnante, merece una buena película de terror.

Es verdaderamente siniestro.

Esta mañana me despierto sobresaltado por las cesiones sin fin a Cataluña, esa hipoteca que tenemos que pagar los españoles, y que, por lo visto, nunca terminaremos de pagar…

¡Qué razón tenía don Amando de Miguel  cuando decía que Cataluña y el País Vasco lo que de verdad querían era una independencia subvencionada!

¿Desde cuándo un presidente del gobierno, en funciones, puede firmar unos compromisos políticos, económicos y sociales, que comprometen el  futuro de España, y hacen tabula rasa con el orden constitucional y el  imperio de la Ley…?

Generaciones de antepasados han trabajado durante más de cinco siglos, que se dice pronto, para mantener y engrandecer la unidad nacional, y la igualdad entre todas las tierras y los hombres de España, para que venga este botarate, chulo de feria, prepotente e ignorante, a destruir esa obra bien hecha, llamada España, Patria común e indivisible de todos los españoles.

Y no solo eso, sino que está llenando la nación de extranjeros indocumentados, a los que aloja en hoteles de tres estrellas, y eso como mínimo, a pensión completa, mientras que españoles de origen, que han fracasado en sus empresas o trabajos, divorciados a los que su esposa ha echado de casa, etc., tienen que dormir en los cajeros de los bancos.

El mundo al revés.

¿Qué obligación tenemos de atender a esa turba que viene aquí a vivir de nosotros?

¿Hasta cuándo seguirá está okupación de España por los pateristas…?

Pero Pedro Sánchez no es solo él, sino ese partido, más bien partida, llamado el PSOE, una gigantesca maquinaria que sólo produce millones de enchufados en el sector público, subvenciones para los amiguetes, y sólo para ellos, y un gran aumento de la deuda pública, que ya es impagable.

Y, según dicen, el ideal de los judíos es que el deudor no pueda pagar nunca el principal, sino solo los intereses, de forma que tenga que estar siempre trabajando para ellos.

Ese es el  triste destino que le espera a España, pronto ex España, en el próximo  futuro.

¡Gracias, Pedro, Antonio para los amigos!

Publicado en El Español Digital (03/11/2023), Periodista Digital y El Criterio (04/11/2023) y Heraldo de Oregón (07/11/2023)

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