Gobierno

La acusación popular «molesta» a los partidos políticos

El derecho penal español contempla la existencia de hasta cuatro posibles acusaciones: la pública, encomendada al Ministerio Fiscal, la particular, a las víctimas del delito, la popular, a entidades que defiendan los intereses públicos, pero sin ser directamente perjudicadas por el delito, y la privada, meramente residual, únicamente para los delitos de injurias y calumnias, […]

Contratar más funcionarios no es la solución para acabar con el desempleo

Un autor cuyo nombre ahora no recuerdo, decía que había dos clases de españoles: los que eran funcionarios, y los que querían ser funcionarios… Y no le faltaba razón. Cualquier persona medianamente normal piensa que en España sobran empleados públicos en todas las administraciones, a excepción de sanidad y educación. Es algo tan obvio que […]

Los delitos de odio o la dictadura de lo políticamente correcto

Los llamados delitos de odio hacen su entrada en nuestro ordenamiento penal de la mano del PP, faltaría más, siempre en su papel de tontos útiles del sistema, siendo ministro de injusticia un tal Ruiz Gallardón, fiscal de carrera, pero político de profesión. En la reforma del Código Penal de 2015, teniendo el PP mayoría […]

Parado, no te fíes del INEM

Un buen amigo mío, ya sesentón, tras haber trabajado muchos años en la función pública, pero siempre como contratado temporal, interino, personal eventual, etc., es decir, con el culo al aire, al final se vio en el paro, como consecuencia de la reducción del empleo público precario, que dicho sea de paso, es el único […]

España le debe a Manos Limpias…

Decía don Ricardo de la Cierva, que en paz descanse, que la mejor forma de guardar un secreto es publicarlo en un libro, dada la tradición alergia de la mayoría de los españoles a leer… Y no le faltaba razón. Así hice yo, convencido de la bondad de la acción, al publicar como Epílogo de la […]

La excesiva dureza del Tribunal Supremo con los manifestantes en el sede de la Generalidad catalana en Madrid (y II)

En mi modesta opinión, el Tribunal Supremo se ha cubierto de lodo, una vez más. En lugar de adoptar una actitud de reproche penal, pero comprensiva con la escasa gravedad de los hechos, así como con la edad de los acusados (¿quién no ha hecho alguna barbaridad con veinte años?), el Supremo se inclina por castigarles […]