El PP lucha contra la corrupción persiguiendo a los denunciantes: Don Miguel Bernad y Manos Limpias


Estoy pasando un día francamente malo, viendo como en España se persigue a los denunciantes, no a los denunciados.

El gobierno en funciones está haciendo más política ahora que en los cuatro años que ha estado en ejercicio real y efectivo del poder.

Han sido cuatro años de inanidad, en todos los aspectos, a excepción del económico, que han hecho lo que han podido, más bien poco, pues no han emprendido ninguna de las grandes reformas que España necesita.

Pero ahora están ya en campaña electoral, y pretenden demostrarnos que han emprendido una cruzada contra la corrupción. Una cruzada en la que el objetivo a batir no son los corruptos, como sería lo lógico, sino quienes persiguen la corrupción, en este caso concreto, don Miguel Bernad Remón y MANOS LIMPIAS.

Confieso que colaboro con el sindicato, y la verdad es que nunca he visto un euro, por lo que no me explico dónde están las ingentes cantidades de dinero que según la UDEF se recaudaban en cantidades millonarias, “extorsionando” a la banca, como si los bancos fueran entidades que se dejaran extorsionar por nadie…

Y todo esto con el telón de fondo del caso Noos, que ni siquiera han tenido la decencia de esperar a que acabase el juicio, por lo menos para guardar las formas.

Que España es una monarquía bolivariana, no me cabe ya ninguna duda, aunque en este caso habría que hablar más bien de monarquía rajoyista, ya que Rajoy aspira a sucederse a sí mismo, sin darse cuenta de que su tiempo ya ha pasado, pues ha demostrado –con creces- su ineptitud para dirigir barco alguno, ni siquiera uno de juguete en la bañera de su casa.

Nada puedo decir respecto a don Luis Pineda o a USBANC, e incluso he leído y oído comentarios francamente desfavorables, pero sí me consta que MANOS LIMPIAS trabaja con una carencia de medios que rayan el espartanismo, y que su secretario general, don Miguel Bernad Remón, con cuya amistad me honro, es un caballero, de los pies a la cabeza.

Un señor que se Licenció en Derecho, con brillantes calificaciones, que aprobó unas oposiciones para técnico superior del Ayuntamiento de Madrid con veintipocos años, y que acabó allí su vida funcionarial, como Director de Personal, nada menos.

Un hombre que seguramente cobrará la pensión máxima, que podría estar paseando por el Retiro, dando de comer a las palomas, y tomando café con sus amistades, pero que ha preferido embarcarse en la aventura de luchar contra la corrupción, y no sólo privada, sino sobre todo institucional, que nos circunda y amenaza con ahogarnos a todos.

Una persona que ha dedicado, dedica y dedicará, miles de horas a atender a personas desfavorecidas, necesitadas, enfrentadas con el poder, que en España siempre tiene la razón, y que precisamente por eso han decidido cortarle las alas…

Espero que no lo consigan. Desde luego, cuenta con mi apoyo, ayuda y colaboración. Y como decíamos en el extinto servicio militar, el valor “se le supone”.

Estoy seguro de que don Miguel seguirá batallando en muchas escaramuzas jurídicas, políticas y sociales, dando mucha guerra.

Como siempre digo, y reitero ahora: si MANOS LIMPIAS no existiera, habría que crearlo.

Publicado en La Tribuna del País Vasco (16/04/2016), Sierra Norte Digital (17/04/2016) y Heraldo Sanitario de Oregón (18/04/2016)

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