Manos Limpias denuncia a la ministra de justicia y al ex-juez Garzón ante el Tribunal Supremo


El Sindicato Manos Limpias, y en su nombre su fundador y secretario general, don Miguel Bernad Remón, ha denunciado ante el Tribunal Supremo a la ministra de justicia, doña Dolores Delgado, y al ex juez don Baltasar Garzón, por los presuntos delitos de omisión del deber de perseguir y promover la persecución de delitos, y de encubrimiento, previstos y penados por los arts. 408, 450 y 451 del Código Penal vigente.

Asimismo el sindicato comparecerá como acusación popular en este procedimiento, y solo espera que se fije una fianza adecuada y proporcional, en su caso, que no impida la persecución de estos delitos, ante sus reducidos medios económicos (nosotros no nos quedamos con el dinero de las viviendas sociales –caso PSV de UGT-, ni malversamos el dinero de los parados –caso Eres de Andalucía-, como supuestamente hicieron CC.OO. y UGT). Somos un sindicato pobre, de reducidas dimensiones, pero cuyos afiliados pagamos religiosamente nuestras cuotas.

A Manos Limpias le sorprende –y preocupa- que la fiscalía general del Estado (o, más bien, del gobierno de turno), no haya procedido de oficio, como es su obligación por imperativo constitucional, de denunciar estos hechos, y ante su pasividad e inactividad, nos hemos visto obligados a hacerlo nosotros…

Comprendemos que el mal entendido corporatismo judicial y fiscal muchas veces hace que se mire para otro lado, con tal de no ver nada, pero la institución del Jurado, que tiene difícil encaje en la práctica, debería ser la competente para juzgar a los jueces y fiscales, precisamente para evitar estas actuaciones de auto protección, para evitar el qué dirán, y mantener incólume el prestigio de la jurisdicción, ya de por sí sobradamente desprestigiada, y con una credibilidad social cada día más escasa.

La denuncia se refiere a las reuniones entre el ex comisario Villarejo y los ahora denunciados, a quiénes Villarejo relata que había montado una agencia de modelos (Toc Hepoca, S. L.), que en realidad era una red de prostitutas, que se acostaban con hombres influentes, sacándoles información, grabándoles y chantajeándoles posteriormente.
La, entonces Fiscal de la Audiencia Nacional, nada menos, valora esas actuaciones delictivas de la forma siguiente: “Ya está el éxito garantizado”.

Lejos de reprobar los delitos, comparte el “método”, y lo alaba.

Esta reunión fue grabada, suponemos que por Villarejo, y recientemente ha llegado a los medios de comunicación social, que como no podía ser menos, se han hecho eco de ella.

Los argumentos esgrimidos por la denunciada en su comparecencia en el Congreso y en el Senado, diciendo que se trata de un “chantaje” al Estado (al parecer esta señora todavía no sabe diferenciar entre el Estado y el gobierno, del que ella forma parte), carecen de toda credibilidad.

Si es un “chantaje”, ¿por qué no se ha querellado la denunciada?

Respecto al denunciado Baltasar Garzón, ex juez prevaricador, ha optado por el mutismo más absoluto, lo que no deja de ser sorprendente, si uno se considera inocente de aquellos delitos de los que se le acusa…

En dichos almuerzos con el ex comisario, un juez de instrucción y una fiscal de la audiencia nacional, se regodean hablando de hechos delictivos que comete el citado policía, sin que se les ocurra denunciarlos, como era obligación legal, a virtud del art. 262 de la ley de enjuiciamiento criminal.

Del contenido de las grabaciones se infiere, racionalmente, la existencia de una presunta trama judicial, fiscal y policial, en la que se “cocinaban” denuncias contra determinadas personas e instituciones de derechas, hablando claramente, con la finalidad de poder proceder a su detención, puesta a disposición judicial e ingreso en prisión preventiva… (De esto podría hablar mucho don Miguel Bernad, que sufrió casi nueve meses de prisión provisional, sin pruebas).

En definitiva, MANOS LIMPIAS entiende que los españoles aspiramos a vivir en un Estado de Derecho, aunque por desgracia no sea la situación actual, y precisamente por ello debemos denunciar estas actuaciones propias de las cloacas del Estado, de las que el señor Villarejo era uno de los fontaneros más acreditados y experimentadas, dedicándose, entre otros menesteres, a la “fabricación” de pruebas contra personas molestas, a las que había que eliminar de la vida pública. (De esto podría hablar mucho don Miguel Bernad, y el que suscribe, más modestamente, también).

MANOS LIMPIAS confía en la categoría de los muy dignos Magistrados del Tribunal Supremo, el generalato de nuestro sistema judicial (pues el Tribunal Constitucional es otra cosa), y en que cogerán el toro por los cuernos.
¡Les va su prestigio en ello! (El que les queda, quiero decir, después del bochorno de las hipotecas).

Publicado en Alerta Digital y Alerta Nacional (29/10/2018), El Correo de Madrid (31/10/2018) y La Tribuna de España y La Tribuna de Cartagena (01/11/2018)

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