El abogado aragonés que destapó el caso Koldo: «Me dio un ictus del estrés»


Ramiro Grau es un abogado aragonés. En las últimas 24 horas, su nombre ha dado la vuelta a España. Él es la primera persona que denunció ante la justicia la presunta trama de corrupción del ya conocido como caso KoldoOKDIARIO le ha visitado en su despacho para conocer la historia personal que hay detrás de este hombre que destapó la trama de las mascarillas.

Su labor de investigación a título personal, y con la única ambición de ejercer su derecho a la información, le llevó a descubrir una telaraña de empresas con paraísos fiscales en Malta, cuyo administrador era José Ángel Escorial. A él y al ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, le dedicó un artículo en un diario digital en plena pandemia del coronavirus, en mayo de 2020, que despertaron las alarmas de ambos dos.

El artículo de 2020 que desata la ira

Por Chanchullo del dinero público: Ábalos y José Ángel Escorial, la extraña pareja, recibió una demanda de Escorial que alcanzaba la friolera de 150.000 euros. También fue demandado por la empresa Soluciones de gestión y apoyo a empresas, cuya sede está en Zaragoza, con el propósito, cree Ramiro Grau, de «pasar desapercibida». La demanda era de otros 60.000 euros.

«Yo creo que era para taparme la boca. Hablé con periodistas de medios importantes, y todos han recibido demandas de Ábalos. O sea, ha puesto un montón de demandas desde el 2020. Se sentía poderoso, era un ministro, el número dos del partido que gobernaba en España, y no quería que le criticara nadie», expresa.

Entre las tres demandas, sumaban el montante de 280.000 euros, que si se tiene en cuenta las costas, la broma superaría los 400.000 euros. «No lo tengo ni en patrimonio, me vendría justo para vivir debajo de un puente», explica.

En 2021 Ramiro Grau sufre un ictus

Ante la desazón por no ser atendido por casi ningún medio de comunicación y por no ver prosperar sus denuncian ante la Fiscalía, así como ver la elevada cuantía que podría dejarlo sin nada, en 2021 sufre un ictus.

Ramiro Grau tuvo que ser hospitalizado durante 5 meses. Salió en silla de ruedas, y con una fuerza y un tesón admirables, recuperó el habla y casi la movilidad por completo. Cuenta que tiene que atiborrarse a medicamentos todos los días, y que la vejiga le exige ir al baño cada poco.

Esta es la historia que hay detrás de un hombre gracias al cual hoy podemos conocer la trama de corrupción que acecha presuntamente sobre muchas compraventas de mascarillas en nuestro país que implicaría, según Grau, a varios ministerios y dos comunidades autónomas, como Canarias y Baleares.

Este tenaz abogado, cuando se quedó postrado en una cama, y no podía hablar, pedía a su Virgen del Pilar, que le ayudara. «Me encomendé a ella», nos cuenta. A día de hoy está mejor, y desde que comenzó la semana, una ilusión se ha despertado nuevamente. Tiene hambre de justicia, de limpieza democrática, de que se esclarezca la verdad por la que él ha sido perseguido desde las esferas más altas de la política.

Ramiro Grau ante la denuncia de Ábalos

Su teléfono no deja de sonar, ha captado la atención de todos los medios de comunicación españoles. Ahora está jubilado y sabe que necesita descanso, paseos, sol… Pero este ajetreo, el interés que ha despertado sus denuncias, sus artículos, son también parte del remedio a la ansiedad que le generó el desánimo de tantos euros gastados en informes, tantas horas descubriendo empresas del Grupo Cueto, cuyo dueño, Juan Carlos Cueto, declarará este jueves como imputado por este asunto.

Al respecto de la demanda de Ábalos, nos cuenta que «el próximo marzo, se celebrará en Madrid la primera parte de la Audiencia, y si llega a haber vista, se celebrará dentro de un año». «Es posible que incluso con la Audiencia previa dicte sentencia desestimando la demanda», añade. «Imagino que se dijo que quién era este mequetrefe para criticarme», expresa refiriéndose al ex ministro.

«Yo no prejuzgo, pero como ciudadano veo una maquinación de acciones extrañas de adjudicación de unos contratos dados a dedo a personas tan extrañas y a la vez a una empresa a la que tampoco tiene una actividad real, porque su facturación en 2019 fue de cero euros…, bueno, pues tengo derecho a criticarlo», se defiende.

En el Partido Comunista

Según el aragonés, Ábalos en su juventud formó parte del Partido Comunista, y después pasó al PSOE. Lo cuenta en uno de sus libros Ábalos, jaque mate, publicado por la editorial que fundó de autoedición, Grau Editores, disponible en Amazon. Se trata de una compilación de seis artículos con varios anexos y un capítulo para conclusiones.

Las conclusiones son 10 puntos, en los que expresa su sorpresa por el «interés de don José Luis Ábalos por adquirir mascarillas en China, y no a empresas proveedoras de España, como hubiera sido lo lógico y razonable». Así como que «acuda a un testaferro o fiduciario, ‘especializado’ en crear estructuras opacas, fuera de control del fisco español, en paraísos fiscales, don José Ángel Escorial Senante».

Las siguientes conclusiones a las que llega Ramiro Grau no tienen desperdicio. Son propias de un fiscal como él, que ha estado en ejercicio en la Fiscalía Provincial de Zaragoza, Huesca y Teruel. Es decir, una persona acostumbrada y capacitada para hallar las respuestas a las preguntas que se hace o a dejar de manifiesto incongruencias como las que presenta este caso…

Son muchas las enseñanzas que se pueden aprender de este señor, cojo, por el ictus, de una mano ligeramente atrofiada, por el ictus, pero de una mente lúcida que ni el ictus ha podido obnubilar. Como exigir la transparencia a nuestros representantes públicos en la obligación de su ejercicio donde lo que está en juego es el dinero público, que no es más que el dinero de todos los contribuyentes.

¿Qué les dirías, Ramiro, a aquellas personas que creen que no merece la pena denunciar porque no va a tener repercusión? «Que denuncien».

Y nos recomienda la lectura de La lucha por el derecho, un libro escrito por un jurista alemán, Caspar Rudolf von Ihering, en el s. XIX. «Yo daría media vida por haberlo escrito. En él dice que el derecho no te lo regala nadie, lo tienes que luchar, batallar, y si un pueblo no defiende sus derechos y no defiende sus libertades, al final, se va a quedar sin sus derechos y sin sus libertades». «Y es el proceso en el que estamos en España», concluye.

Publicado en OK Diario (28/02/2024)

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